La semana pasada volvió a ser noticia la nueva Llei de l’Audiovisual del govern català. No por la ley en sí misma, sino por la reacción suscitada por las grandes distribuidoras (o familiarmente conocidas como Las Majors) a la hora de pronunciarse en contra de la cuota de pantalla que establece esta ley, sobre la cantidad de largometrajes doblados al catalán sobre el castellano y el número de salas que tienen que acoger estas películas.
Para mi, que una película esté doblada al catalán o al castellano me supone un debate un tanto estéril. (Si me tengo que posicionar, evidentemente apuesto por el Sí al doblaje al catalán, por un tema simple: el del derecho del ciudadano a ver una película en cualquiera de las dos lenguas oficiales de Catalunya).
Pero me interesa más otro debate.
He leído muchos comentarios en la prensa y es frecuente el debate sobre si es mejor ver una película doblada o subtitulada entre amigos en nuestras cenas y charlas. Generalmente la opinión es casi unánime (sobretodo entre los que son poco adictos a viajar). Diría que en un 90% de las charlas sobre este tema la opinión mayoritaria es la preferencia del doblaje (ya sea en catalán o en castellano) sobre la V.O.S. (Versión Original Subtitulada). Las razones habituales son:
<< joder tío, paso de leer durante toda la peli, da mucho trabajo….>>
<< … es que te pierdes muchos detalles de la peli…>>
<<… es que no me gusta la voz real de Al Pacino…>>
… y todas las variantes y combinaciones habidas y por haber …
Enero de 2002. Llego a Buenos Aires. Me preparaba para pasar una larga temporada por cuestiones de estudios. Un nuevo país. La París de Latinoamérica…! … y cine ÍNTEGRAMENTE en V.O.S.!!!
“No te estreses , quizás vayas menos veces al cine…”, “hay que probarlo…”, me decía a mi misma.
Cafelito y alfajor antes de una sesión de cine (Creo que fue
The Bow, la elegida). Av. Cabildo (hacia el 2700). Buenos Aires.
Al principio sólo iba a ver cine argentino o en lengua castellana (así no me estresaba pensando en que tenía que leer interminables subtítulos). En aquel tiempo ir a mi cine preferido, el Savoy (que desgraciadamente ya no existe como tal) me suponía un coste de unos $2 argentinos (unas 100 de las antiguas pesetas). Sí, baratísimo! No podía desaprovechar la oportunidad y fue entonces cuando el Savoy se convirtió en algo así como mi segunda casa “porteña”. Recuerdo una semana en que ya me había visto toda la cartelera castellanófila de la cartelera. Entré en pánico. “¿¿¿¿Y ahora qué????”. Pues empecé a ver masivamente cine en V.O.S. (si no puedes con tu enemigo, únete a él, no?) Al principio me resultaba muy raro. Hasta entonces sólo había visto cine subtitulado de aquel que catalogaríamos como cine de autor y alternativo, de poca distribución mediática, o bien aquellas pelis que nos hacían ver en clase de inglés en la adolescencia como ejercicio oral y de comprehensión… Bueno, pues me empecé a aficionar y no sé cómo ni cuándo fue que la V.O.S. se instaló en mi circuito mielínico (para ya no salir nunca más).
La sincronización y coherencia entre el movimiento de los labios y el sonido emitido en la sala en “dolby surround” era mágico! Coincidían!!!
El trauma fue, un año y medio más tarde, cuando regresé a mi tierra y me reencontré con aquellos “playbacks” que me sonaban poco menos que una estafa. Volver a oir al Sr. Bond llamando “gatita” a la rubia mala de turno; o Vivien Leigh jurando que “nunca más volveré a pasar hambre”; o a Brad Pitt diciendo "Oye tío, dame el revólver!” hacía que me meara de risa!!! …
(…)
Hay, sin embargo, ciertas razones para no ser tan draconianos con el sistema de doblaje castellano/catalán. Los actores que se dedican al doblaje realizan un trabajo especial. Cuando nos preguntamos sobre cuál es el origen lingüístico (no castellano) de la gran mayoría de películas que vemos en el cine coincidiremos en que la lengua mayoritaria sería el inglés, francés, resto de lenguas europeas y ya, minoritariamente, lenguas más lejanas como las orientales o el árabe. Cuando vemos una película en versión original inglesa, francesa o italiana podemos fácilmente identificar cuando un personaje está enfadado, cuando es feliz, cuando está triste o siente dolor… Somos capaces de empatizar con las culturas más próximas a la nuestra. Pero… y si es un japonés quien habla??? Cuando el Sr. Mishima
(Mishima. A life in four chapters. 1985) está hablando de cometer
seppuku, sinceramente… si no leyéramos los subtítulos pensaríamos que el tipo está hablando de una temática banal cualquiera (quizás pensaríamos que está ligeramente enojado), en lugar de darnos cuenta de que lo que está realmente expresando es su voluntad por quitarse la vida!!! No somos capaces de empatizar con culturas tan lejanas a la nuestra sin habernos empapado primero un poco de ellas. Y es aquí donde el actor de doblaje realiza este arduo trabajo por nosotros. No sólo traduce aquello que está pronunciando el personaje original, sinó que además le interpreta, nos acerca emocionalmente al personaje.
Seppuku. En este caso Jigai (versión femenina)
A pesar de todo, tampoco somos del todo empáticos con un personaje británico, escocés, del Bronx, o con la viejecita que vende verdura en el Boulevard Rochechouart parisino…
Es necesario tener un contacto previo con la cultura de estos personajes. Es necesario aprender idiomas, tener unas bases para poder realizar el ejercicio de abstracción que supone salir de nuestra propia cultura y el de inmersión que supone el de entrar en la cultura de los otros.
Así que… SÍ, quiero películas en V.O.S. (en castellano y en catalán), pero con un PERO: No quiero V.O.S. para una élite pseudo-intelectualoide. I para que así sea, primero, es necesario que hagamos un trabajo colosal en el ámbito de la competencia lingüística. En Catalunya en particular y en España en general. Es una vergüenza que en el 2009 sigamos siendo de los países peor posicionados en lo que se refiere a esa área.
+ info:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Generalitat/plan/exhibidores/distribuidores/catalanes/elpepucul/20091210elpepicul_4/Tes
http://www.avui.cat/cat/notices/2009/12/les_8216_majors_8217_contraataquen_80893.php