Volví a ver El marido de la peluquera y no dejo de pensar por qué nos dejamos paralizar o vencer por el miedo a perder a las personas que amamos…
¿Por qué optamos por dejar de arriesgar, resguardarnos en la jugada segura sin apostar más alto?
La carta de despedida de Mathilde a Antoine me deja equidistante a los vértices del triángulo que forman tristeza, rabia e impotencia.
Oh Mathilde! ¿Cómo puedes ser tan cobarde? Te sacaría del río y te abofetearía!
Y encima me hace llorar!
Mi amor:
Me voy antes de que tú te vayas
Me voy antes de que dejes de desearme,
porque entonces sólo quedará la ternura
Y sé que no será suficiente
Me voy antes de ser desgraciada
Me voy llevándome el sabor de nuestros abrazos
Llevando tu olor, tu mirada, tus besos
Me voy llevándome el recuerdo de los mejores años de mi vida
Los que me diste tú
Te beso infinitamente…
… hasta morir
Siempre te he amado,
no he amado a nadie más
Me voy para que nunca me olvides
Mathilde
No es para abofetearla???
Pedro Guerra. Palau de la Música.